31 de octubre de 2010

Doscientos años

La vi caminando, iba por el medio de la calle perdida entre la gente.
Su paso era lento, miraba el suelo, y luego miraba el cielo, hacia un lado y hacia otro, como a la espera de algo.

Miró con aire esperanzado pero no vio nada.


Y allí se quedó, sin saber que hacer, paralizada, confundida por el aire que la rodeaba.




El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo.

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