Domingo a la madrugada, no estoy alcoholizado, si medio tonto. Cuando menos pensaba cruzarte, te crucé. Vos tan elegante, tan en tu mundo, yo tan vulgar y tranquilo. Pero valió la pena, esos 5 minutos, valieron la pena, verte sonreír, verte caminar.
Lo único que se mucho mejor que antes, es que me jugaría todo por vos, y que si, serías perfectamente, esa otra mitad que ando buscando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario