7 de noviembre de 2011

Periódico Invierno, manifestación del eje del corazón.

Astuta mis ojos selló para marcharse
y volver jamás con la mañana del sol.
Llevó los restos del difunto corazón
fuera de la razón y la existencia.


Si vivió no lo sé
porque nada y todo fue real.
En un lapso sin tiempo
todo se hundió a pedazos.


Cuando transite el día, el tiempo y el amor
allí permanecerá el camino.
Donde todo y nada ha muerto
las cosas tomarán su curso.

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